Desde hace unos días estoy empezando a poner en prácticas algunas novedades en mis clases de matemáticas. Se trata de dos rutinas: una de resolución de problemas y otra de cálculo mental.
En próximas entradas os hablaré de las estrategias de cálculo mental que estoy llevando a cabo y cómo secuencio las "prácticas", ya que todavía es una rutina bastante nueva y quisiera poder hablaros en más profundidad. Por tanto hoy voy a centrarme la resolución de problemas.
Todos hemos oído hablar de las dificultades de los alumnos a la hora de solucionar problemas matemáticos. En la mayoría de pruebas externas se extrae un alto porcentaje de fracaso en este ámbito pero no hace falta irse a datos oficiales. En mi práctica diaria puedo ver cómo los alumnos tienen más dificultades para enfrentarse a un problema escrito en el que tienen que formular ellos mismos un proceso que en la resolución más mecánica de, por ejemplo, una multiplicación.
Es cierto que este tema es muy interesante y daría para varias entradas. Hoy en día se están poniendo en práctica multitud de técnicas de resolución de problemas y surgen muchas debates sobre como enfrentarnos a esta realidad.
En mi opinión tanto la sociedad como el sistema educativo acostumbra a los niños a darles todo "hecho" (siempre hablando desde una perspectiva general). Esta dinámica parte desde el punto de vista de quien quiere "facilitar la vida", sin embargo, el enfrentar a nuestros niños a pequeños retos les hace mirar la vida con más curiosidad, a plantearse preguntas y a resolver de manera lógica diferentes desafíos que se le planteen a lo largo de su vida.
La resolución de problemas no es una parte de matemáticas sino de la vida. En relación a esta idea os animo a ver esta charla de Jose Ángel Murcia.
Aunque sé que todavía me queda un largo camino por hacer a la hora de plantear problemas atractivos a mis alumnos, de momento me estoy centrando en la parte más organizativa, es decir; en los pasos que debemos seguir.
He comprobado que mis chicos tienen un pequeño "caos" en su cabeza. No saben por dónde empezar. Debaten a lo loco y suelen empezar la casa por el tejado. Para aportar un poco de orden en sus vidas he elaborado esta infografía con los pasos a seguir. No es nada nuevo, en realidad son los pasos que hemos aprendido en muchas clases de didáctica de las matemáticas. Pero creo que es importante tenerlos bien presentes y por ello están colgados en la clase.
Con el fin de incorporar cada uno de estos pasos a la rutina mental de mis alumnos los hemos ido desglosando poco a poco. Primero únicamente leíamos el problema y en grupos intentaban explicárselo a un compañero, luego subrayaban los datos más importantes del texto, etc y así poco a poco hasta que esta última semana hemos completado todos los pasos.
Además, para relacionar los problemas con sus vidas, suelo modificar los enunciados e incorporar algunas de sus inquietudes como los juegos de gogos que están triunfando en el patio.
Pero ¿cómo pasar de la teoría a la práctica?Este es un tema que me ha llevado de cabeza pues no sabía como conseguir que fueran capaces de plasmar este proceso en un folio. Tras consultarlo con algunos compañeros, he introducido esta tabla.
Cada semana dedico una sesión a resolver problemas. Esta semana trabajaremos por grupos diferentes retos para que pongan en práctica el debate y poco a poco incorporen esta estrategia a su organización personal.
Si te han gustado estos materiales puedes descargarlos pinchando en las imágenes.
¡No dudes en aportar tu opinión! Aprender de los demás es lo mejor que tiene nuestra profesión.
